domingo, 7 de noviembre de 2010

DIMENSION DINAMICA FAMILIAR: DANDO CUMPLIMIENTO AL LOGRO 35 (CAPACITACION SOBRE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR Y ABUSO SEXUAL) EN LAS FAMILIAS JUNTOS



En la Casa de La Mujer del Barrio el palomar se llevo a cabo un taller de Violencia intrafamiliar y Abuso Sexual dirigido a las familias Juntos de los Barrios Camino real, 9 de Octubre, el Palomar y parte de la Piñuela.

Asistieron alrededor de 50 familias, habitantes de estos sectores.

Este taller fue dirigido por la Dra. Angie Sarmiento funcionaria de Salud Pública de la Alcaldía Municipal.

La actividad fue Organizada por los CGS: Freider Avendaño Jácome, Amparo Quintana, Jhulipza Quintana, Eliana Devera. Con el apoyo de Laura Cristina Molina, Luz karime Jaime, Lina Marcela Vergel, Paola Mendoza, Ana Elvia Quesada y Ruth Sanabria.

¿QUÉ ES ABUSO SEXUAL?

Son actitudes y comportamientos que realiza un adulto (generalmente varón) para su propia satisfacción sexual, con una niña, niño, adolescente, adulto o su propia pareja. Cuando el abusado es un niño (a), el agresor emplea la manipulación emocional como chantajes, engaños, amenazas, violencia, etc.

Es importante considerar que una conducta es abusiva cuando es vivida y sentida de este modo por la persona, es decir, cuando es mirada o tocada de un modo que la hace sentirse intimidada. La victima nunca es culpable y el agresor siempre será el responsable.

El motivo del ataque sexual no es primordialmente el placer o la satisfacción sexual del ofensor, sino que tiene que ver con poder, control, dominación y humillación, indiferentemente de sí la víctima es masculina o femenina. El ataque sexual es una forma de violencia en la cual el "sexo" es utilizado como arma contra la persona de quien se abusa.
El violador por lo general es una persona en apariencia normal, que puede aparentar firmes valores morales y/o religiosos. La mayoría suele negar el abuso con vehemencia y sólo bajo evidencias legales y presión, algunos aceptan la acusación parcialmente, usando excusas como: "no fue nada grave, nada de importancia", "no le hice daño", "la culpa fue suya", "los niños no sienten", etc.

Los delincuentes sexuales, reinciden y repiten sus abusos, a no ser que intervenga alguien y los frene. Prácticamente ninguno desistirá voluntariamente sino que necesitará una intervención judicial y un tratamiento psicológico para hacerlo.

Los abusos sexuales infantiles no son sucesos aislados. Generalmente ocurren a lo largo de mucho tiempo, meses o años.

Las heridas causadas por abuso sexual sea este incesto, trauma sexual, violaciones, acoso sexual, molestia o la mezcla de estos, en ocasiones puede requerir el tratamiento del problema directamente al lugar donde se encuentra la herida.

El tratamiento toma su tiempo y a veces el camino puede ser largo y doloroso, pero al sanar las heridas es posible recobrar la inocencia del niño que se perdió a una edad temprana. Superando esto, es posible sentirse vivo (a) nuevamente, empezar a relacionarse mejor con otros poniendo sus propios límites y empezando a confiar. La creatividad aumentará y el paciente se sentirá mejor con sí mismo y descubrirá aspectos maravillosos que había olvidado.

Como parte del proceso de recuperación es importante buscar un psicólogo que le ayude y con el que se sienta bien. Para brindar tratamiento efectivo a los pacientes que han sufrido algún trauma, el terapeuta necesita saber sobre este tema, tener experiencia, conocer diferentes técnicas e ir despacio en el proceso porque de lo contrario, podría reforzar ciertos patrones.

Los sobrevivientes pueden andar el camino de diferentes maneras. Unos no van a terapia y continúan viviendo de una forma limitada, otros deciden ir a terapia y ven que como decía P. Levine, "el trauma es un hecho de la vida, sin embargo no tiene que ser una cadena de perpetuidad".

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia es un fenómeno que existe desde las civilizaciones más antiguas, cuyos perjuicios e intereses desembocan en el sometimiento de la mujer y los hijos a la voluntad muchas veces del padre de familia.

Por lo tanto, es un fenómeno cultural, que se ha ejercido por costumbre y tradición, pero que es susceptible de poder modificarse, transformando las estructuras machistas y de desprecio hacia la mujer e hijos en una serie de estructuras donde exista la tan anhelada equidad.

Es importante mencionar que las personas que sufren violencia, frecuentemente, ven disminuida su autoestima, su capacidad para relacionarse con los demás, así como su creatividad.

Particularmente los adolescentes sufren, se vuelven tristes y agresivos, no pueden asumir responsabilidad dentro de la familia o en la escuela, dejan de ser respetuosos y se refugian en amistades que asumen conductas viciosas y reprobadas por la Ley.

Finalmente podemos justificar su importancia en los siguientes puntos:
• La violencia intrafamiliar afecta la salud mental.
• La vulnerabilidad del perfil del adolescente.
• Los adolecentes se vuelven emocionalmente muy inestable y descontrolados.
• Incapacidad para demostrar afecto
• Un adolecente maltratado se convierte en un riesgo social

Como sociedad no podemos ver con indiferencia e irresponsabilidad los casos de violencia intrafamiliar. Estos casos no son simplemente cifras de hechos, de “sucesos sociales” se tratan de seres humanos como nosotros, que han llegado a situaciones tormentosas y desesperantes de vida y muerte, estos actos son claros indicadores y evidencias del tipo de sociedad en que vivimos, por supuesto, no tratamos de eximir los grados de responsabilidad, que haya en la mayor parte de los casos, la cuestión es hasta donde esa “culpabilidad” es también provocada por las condiciones de vida.