lunes, 13 de julio de 2009

INTEGRACIÓN ESFUERZO PERMANENTE



En pasados días llevamos acabo una integración del grupo de cogestores sociales del municipio de Ocaña, con la participación de las coordinadoras Yadira Barbosa y Carmenza Verjel, el lugar escogido fue el club del magisterio, un lugar con amplias zonas verdes, zonas recreativas y restaurante, ubicado en las afueras de la ciudad.
La participación en las diferentes actividades recreativas y de conocimiento fue total por parte de todos los asistentes, un día donde pudimos intercambiar ideas, afianzar amistades y sobre todo disfrutar con alegría, desde temprano nos encontramos en el club, realizamos una actividad de presentación, un rally de observación, y un momento muy especial donde pudimos resolver algunos conflictos que como grupo podíamos tener.
El proceso de integración puede ser complicado, pero siempre se debe hacer descubriendo, a partir de la comprensión de la situación de las relaciones y de las personas que conforman al grupo, lo que integra en un cierto momento y desintegra en otro.
Además, el proceso es un continuo, nunca terminamos de integrar al grupo, en sentido estricto no hay grupos integrados, sino grupos suficientemente integrados, esto es, comunidades humanas con las rutinas de eficiencia indispensables, que celebran y gozan los triunfos que merecen celebrarse, con la disciplina necesaria, con una mística suficientemente fuerte, que arriesgan lo que tienen que arriesgar y anhelan servir de acuerdo a la nobleza del fin que se persigue. Sería imprudente decir que el grupo ya está suficientemente integrado, nunca sabemos la magnitud de la presión que el equipo enfrentará hasta que esto sucede, de ahí que no quede otra opción que convertir las acciones de integración en un esfuerzo permanente y en cierto sentido desinteresado, como si fuera un fin en si mismo, de manera que al presentarse la necesidad, se haya hecho todo lo posible para que el grupo responda como una sola persona.